Apreciados amigos y compañeros mediadores y mediadoras,
¡Para algunos de
nosotros estamos en fechas muy especiales porque celebramos la navidad, para
otros porque llega el año nuevo occidental!!!
En todos estos
meses he estado trabajando con familias, empresas, escuelas, universidades y un
sin fin de personas maravillosas que han aportado crecimiento a mi vida: niños,
jóvenes, adultos y mayores, que gran oportunidad aprender
de cada una de ellas, de sus experiencias y enfoques de la vida. ¡Mil gracias a todos y todas por regalarme vuestra sonrisa, cariño, apoyo, vitalidad y vuestra manera de vivir!.
Alguien muy
especial compartió esta reflexión con muchas personas jóvenes, emprendedores y mayores, yo deseo hacer extensiva su reflexión: “El Club 99”, si estás allí o cerca tómate unos instantes y escucha tu corazón.
El
Club 99
Érase una vez un rey, que a pesar de su
lujoso estilo de vida, no era Feliz.
Un día, el Rey observó a un sirviente que
cantaba alegremente mientras trabajaba. Esto fascinó al Rey, ¿por qué siendo
él, el Supremo Soberano de la tierra, era tan desdichado y sombrío, mientras
que en un humilde siervo había tanta alegría?. El rey preguntó al sirviente:
“¿Por qué estás tan contento?”
El hombre respondió: “Su Majestad, yo soy
nada más que un sirviente, pero mi familia y yo no necesitamos demasiado – sólo
un techo sobre la cabeza y comida caliente para llenar nuestros estómagos”.
El rey no quedó satisfecho con esta
respuesta. Más tarde en el día, solicitó el asesoramiento de su consejero de
más confianza. Después de escuchar al Rey hablar sobre sus quejas, pesares y la
historia del siervo, el consejero dijo: “Su Majestad, creo que el sirviente
nunca ha sido parte de El Club 99″.El
Club 99? Y qué es exactamente eso?” Preguntó el Rey.
El consejero respondió: “Su Majestad, para
saber realmente lo que es el Club 99, usted debe colocar 99 monedas de oro en
una bolsa y dejarla en la puerta de la casa del Sirviente.”
A la mañana siguiente el sirviente vio la
bolsa, la recogió y la llevo adentro de su casa. Cuando abrió la bolsa, dio un
gran grito de alegría … Cuantas monedas de oro!
Comenzó a contarlas todas. Después de
varios intentos, quedó convencido de que había 99 monedas. Se preguntaba, “¿Qué
podría haber ocurrido con la última moneda de oro? Seguramente, nadie dejaría
99 monedas!”
Buscó por todo lugar que pudo. Quizá se
había extraviado, pero no la encontró. Finalmente, agotado, decidió que iba a
tener que trabajar más que nunca para ganar que moneda de oro que le faltaba y
completar las 100.
A partir de ese día, la vida de aquel el
siervo cambió. Trabajaba en exceso, se tornó en un horriblemente gruñón,
castigaba a su familia por no ayudarlo a ganarse la moneda de oro y dejó de
cantar mientras trabajaba.
Testigo de esta transformación drástica, el
Rey se mostró perplejo. Cuando él buscó de nuevo a su asesor, el asesor dijo:
“Su Majestad, el siervo ahora oficialmente se ha sumado a El Club 99″.
Él continuó, “Se le llama El Club 99 a las
personas que tienen lo suficiente para ser feliz, pero nunca lo son, porque
siempre están anhelando y luchando por esa extra y última “moneda” ,
refiriéndose a sí mismo:
“sólo tengo que obtener esa última cosa y entonces voy a ser feliz para toda la vida. ” “o si yo tuviera … o fuera …
entonces sería feliz para el resto de mi vida”
Podemos ser felices, incluso con muy poco
en nuestras vidas, pero en el momento en que se nos da algo más grande y mejor,
queremos más! Perdemos nuestro sueño, nuestra felicidad, herimos a la gente que
nos rodea, y todos esto a un precio aun mayor. De eso es lo se trata unirse a El Club 99.
¡Deseo que estos días sean maravillosos, de
gran reflexión y de DAR GRACIAS por todas las cosas maravillosas que nos rodean:
familia, amigos, salud, alimentos, cobijo, un buen clima, una mano amiga, un
vecino amable, una mascota que te recibe al llegar a casa, etc.!
¡Te invito a que por un instante antes de
pensar en lo que careces, pienses en todas las cosas por las que tienes que dar GRACIAS y comiences con un
año maravilloso!
¡Muy Feliz Navidad y
un extraordinario 2013!
Un cordial abrazo,
Mª Alejandra
Ramírez Cuenca
Consultora
internacional de mediación y negociación
Especialista en
mercados internacionales (China, Venezuela y EE.UU.)